La representación geográfica del patrón de radiación de la antena de un satélite se llama huella o mapa de huella. La huella, es la zona sobre la superficie terrestre desde donde el satélite puede recibir o hacia donde puede transmitir. La forma de la huella de un satélite depende de su trayectoria orbital, su altura y el tipo de antena que se use, mientras más alto esté el satélite, podré abarcar más superficie terrestre.
La potencia efectiva transmitida por el satélite hacia la tierra se llama potencia irradiada efectiva isotrópica (EIRP de effective isotropic radiated power) y se expresa en dBm o dBW. Un mapa de huella consiste en una serie de curvas de nivel sobre un mapa geográfico de la región servida como lo muestra la figura:
La figura de las curvas de nivel y los niveles de potencia de una huella quedan determinados por detalles precisos del diseño de la antena de enlace de bajada, al igual que por el valor de potencia de microondas generadas por cada canal de a bordo. Los niveles de potencia de recepción son mayores en las áreas hacia donde apunta la antena de bajada y más débiles fuera de esas áreas. Un plato de antena receptora cerca de la orilla del área de cobertura de un satélite debe ser mayor que los que están en el centro o cerca del centro del mapa de la huella, a mayor distancia del centro del mapa de huella, mayor será el diámetro de la antena receptora.
Hay varias formas de mapas de huella de distintos satélites. Los de banda Ku, tienen huellas circularmente simétricas, donde la potencia disminuye de forma lineal en las zonas más alejadas del centro de la huella; los de banda C, suelen tener niveles de potencia relativamente planos sobre la región de cobertura, con bajadas de potencia muy pronunciadas fuera de las orillas; los satélites lanzados recientemente como el DBS-1, han empleado antenas más complicadas de conformación de haz, el haz de estos satélites sólo llegan a zonas específicas, permitiendo el ahorro de potencia en zonas no planeadas.
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